martes, 20 de noviembre de 2012

Recuerdos



Los recuerdos son curiosos. Los míos siempre suelen salir en el momento menos indicado. Si estoy triste, recuerdo lo que me hizo feliz, y es más, multiplico la felicidad por cuatro. Y cuando estoy enfadada, recuerdo todo lo negativo y en grandes dosis, para así incrementar mi enfado.

La mayoría del tiempo recuerdo mis historias como algo bonito. Siempre me gusta quedarme con buen sabor de boca y espero que los demás lo hagan también. Pero cada uno tiene su propio recuerdo de las cosas.

También varía en cada momento de tu vida. O las personas que estén a tu alrededor.

Yo quiero que me recuerden y que sonrían al hacerlo. Quiero que aprendan y vivan de las experiencias que les ofrezca la vida. Quiero que en sus recuerdos, yo sea una parte bonita de sus vidas. Sin pensar en nada negativo, sin ser nocivo contigo y con los demás.

Las cosas que nunca voy a olvidar y puedo recordar sin sentirme triste son aquellas que tienen que ver con paisajes. El amanecer en la playa del Tunco, en El Salvador. Las miles de estrellas que se observaban en Killarney, Irlanda. Las ruinas de Machu Picchu entre las inmensas montañas de Cusco, Perú. Y esos recuerdos nunca defraudaran, los que defraudan son los que compartes con otras personas. Algunas de ellas, olvidan lo bonito y lo ven tan negativo, que hasta hace que se te quiten las ganas de recordar.

No permitáis que nadie manche vuestros recuerdos, vedlos de la manera más bonita y menos dolorosa. Recordad que amasteis y sentisteis. Y aunque vuestro corazón haya dejado de latir por una razón, en su día latió fuerte. Y no olvides de recordadlo y recordarselo a los demás. Que no se merecen caer en el olvido.

 

viernes, 16 de noviembre de 2012

Saber vivir

Realmente no sé si sabemos vivir la vida. Cuando no tenemos una preocupación, tenemos otra. Y así estamos siempre, dándole vueltas a lo mismo. Un amigo me dijo una vez que le gustaría vivir alejado del mundo, solo en una cabaña en medio del monte y cazar para comer. Me pareció una locura. Pensé que yo no podría vivir en otro sitio que no fuera una gran ciudad. Un sitio que me ofreciera un montón de actividades. Ahora pienso lo contrario...

Ya me acostumbré a esta vida. Soy inquieta, me gusta viajar y hacer muchas cosas, así que cuando no tengo nada que hacer me desespero. Y, ¿qué pasaría si hubiese vivido toda mi vida en un sitio tranquilo? Que disfrutaría del silencio, de los ratos en los que estoy sola, aprovecharía el tiempo de otra forma, y si un día no me queda nada que hacer ni nadie a quien llamar pues me conformaría conmigo misma.


Acostumbrarse a cosas, personas y modos de vida está mal. Hay que aprender a reciclarse, a cambiar y a convivir con uno mismo. No depender de nada ni nadie para ser feliz. Es fácil decirlo pero muy difícil hacerlo. Pero no imposible.





martes, 6 de noviembre de 2012

Etapa peruana

Estaba esperando a digerir mi experiencia para luego hacer una entrada auténtica de lo que ha significado para mi este viaje. Pero no quiero esperar más.

Durante los tres meses de verano, me embarqué en una aventura que iba a ser inolvidable. Puedo asegurar que es la única buena decisión que he tomado en este año 2012. Y que si diera marcha atrás en el tiempo, volvería a vivirlo.

El 2 de julio me metí en un avión en Bilbao. Una parte de mí se sentía triste, por todo lo que dejaba allá, y otra parte de mi, estaba emocionada ante la idea de una nueva aventura. Iba a vivir en el barrio de Collique, en Lima. Iba a estar 3 meses conviviendo y trabajando con personas que no conocía de nada. No sabia como iba a ser, pero sabía que iba a intentar estar lo mejor posible, y lo conseguí (pese a algunos obstáculos que no quiero recordar).

Collique es un barrio periférico al norte de Lima, capital del Perú. Se divide en 14 zonas y habitan unas 100.000 personas allí. Es una de las partes más pobres y conflictivas de Lima. Allí se encuentra el Centro San Viator, donde yo pude colaborar, que trabaja con niños trabajadores o violentados, jóvenes y madres adolescentes.

La experiencia fue muy positiva. Aprendí muchas cosas sobre el Perú, sus habitantes, su historia, su cultura... un sin fin de anecdotas, unas guardaré para mi y otras pondré en este blog.

Por ahora, lo único que quiero es dejar este video que trata de una niña que trabaja y estudia a la vez. Tuve la oportunidad de grabar algunas escenas, conocer su vida y sus familiares. Esta es la vida de Lisbeth pero que refleja la vida de muchos niños de Collique y del mundo, que estudian y trabajan para ayudar a sus familias.